Análisis:
Maras y pandillas
LA VIDA LOCA
Christian
Póveda
Durante casi un año y medio, el director Christian
Poveda se infiltra en una de las llamadas maras salvadoreñas, pandillas que se
enfrentan entre sí con gran violencia, integradas por jóvenes tatuados de la
cabeza a los pies que se dedican principalmente a la extorsión, al robo y al
tráfico de drogas. En la colonia La Campanera, en Soyapango, "La vida
loca", filmada con cámara al hombro, recoge la cotidianidad de miembros de
una de las principales agrupaciones pandilleras de El Salvador, La Mara 18, que
se caracteriza por tener su propio lenguaje, tatuajes, códigos y elevados
niveles de agresividad, violencia y criminalidad. Esta pandilla y la Mara
Salvatrucha, iguales una y otra en crueldad, impulsadas por la negación de todo
y la muerte, viven una guerra sin piedad. Algunos de estos jóvenes fueron
asesinados en el transcurso de la grabación, tal y como muestra el documental.
En América Central se les llama maras y son una copia del modelo de las
pandillas de Los Ángeles creadas por los salvadoreños que emigraron durante la
guerra civil a principios de los años 80. Allí surgieron la Mara Salvatrucha y
la Mara 18, las dos principales pandillas que se enfrentan hoy día y entre las
que no existe diferencia ideológica o religiosa que pueda explicar esta lucha a
muerte, esta lucha que enfrenta a pobres contra pobres.
Información tomada del sitio:
http://www.elseptimoarte.net/peliculas/la-vida-loca-4967.html
Organización
preestablecida
El grupo básico y más local de
una pandilla o mara, se llama clica, la cual se organiza en el barrio o la
colonia. Varias clicas conforman una
jenga (se da particularmente cuando hay muchas clicas en una zona), las cuales
pertenecen a una pandilla madre.La territorialidad es un punto clave en la
organización de las pandillas, ya que existe una fuerte lucha entre ellas para
dominar y controlar los territorios. Es
muy poco probable que existan 2 pandillas en una colonia, lo que trata cada
pandilla es de cubrir y ampliar su territorio, pero sobre todo crear una
identidad con los jóvenes que pertenecen al lugar.
Jerarquía
inquebrantable
Las maras poseen una jerarquía definida de la siguiente
manera: 

1.
Ranflero o 1ra. Palabra: es el líder de una clica que
tiene bajo su mando a un grupo de pandilleros, en un área determinada quien
coordina y ordena la ejecución de actividades criminales.
2.
Llavero o 2da. Palabra: es el segundo al mando en la clica, se encarga de ejecutar o
coordinar las ordenes del ranflero, en algunos casos se encarga de las finanzas
de la clica.
3. Homie
o Soldado: es
un miembro activo de la clica.
4. Chequeo:
miembro de la
pandilla que está en proceso para obtener el rango de Homie, generalmente tiene
que pasar una prueba para poder optar al siguiente nivel.
5. Paro:
es el rango
más bajo de la organización, viene de la palabra “favor”, y son el encargados
de cobrar dinero de extorsiones, vigilar a víctimas o alertar de la presencia
policial.
Territorialidad
creciente
Uno de los objetivos de las
maras es que su territorio permanezca exclusivo y crezca, no pueden existir dos
maras en un territorio, ya que la invasión se paga con la muerte. Entre más
dominio geográfico tenga una pandilla es considerada más poderosa.
En tales espacios, los grupos delictivos controlan las entradas y
salidas de habitantes, visitantes y personas extrañas a los sectores de
su dominio. Estos territorios usualmente están marcados por letras o
símbolos en las paredes de algunas casas de las comunidades, en espacios
públicos e incluso en centros educativos. Los integrantes de las pandillas
son extremadamente violentos considerando que se sienten “invadidos” en su
territorio con el simple hecho de que alguien que vive en una comunidad de su
rival transite por su sector. En las colonias, es conocido por todos los
habitantes qué pandilla domina en cada uno de los sectores en que se desplazan,
y por lo tanto tienden a evitar pasar por esas zonas.
Esta territorialidad además, implica una distribución de población entre
maras, es decir, no solamente dominan el espacio físico sino también a las
personas. Así, cada pandilla reclutará a niñas, niños, adolescentes y
jóvenes de sus territorios, y cobrará la renta a los negocios de sus espacios.
La autoridad que se dispone en cada uno de los territorios en que se encuentran
instaladas las clicas, establece también otras reglas a los habitantes de las
zonas.
Sistema
financiero propio y dinámico
En
el documental podemos observar que se valen de actividades delictivas para
adquirir recursos, se ve que roban electrodomésticos, trafican drogas y cuando
es para una causa “altruista” como cubrir los gastos de los funerales piden
colaboración a los vecinos de la colonia.
Podemos
observar también que en un intento por salir de ese círculo trabajan en la
panadería.
Sin
embargo las maras y pandillas también se dedican a extorsionar, en donde
recaudan la mayor cantidad de fondos.
Las maras y pandillas no tienen
necesidad de reclutar, los niños y niñas van en búsqueda de necesidades
afectivas que no han encontrado en el seno familiar. Muchos de los niños
provienen de hogares desintegrados, hijos de madres solteras, etc.
La mara es la familia que
siempre han deseado tener, en ella se vive la hermandad y solidaridad que tanto
han buscado. Gran parte de los pandilleros coinciden en entender a la pandilla
como una familia, muchos no la buscan por una pretensión económico, sino más
bien muchos declaran satisfacer necesidades personales que no encontraron en
sus propias familias.
Lenguaje
propio
En el documental podemos observar
que la mara tiene un “caló” particular para expresarse y comunicarse. Es una
manera de expresarse y es parte de su identidad como mareros, en el video
podemos ver que tienen palabras que muchas veces solo ellos entienden y están
mezclados con palabras en inglés. Utilizan el lenguaje de señas y sus tatuajes
cuentan la historia personal de cada uno de ellos y a que mara pertenecen. Otra
manera de comunicarse es por grafitis con lo cual denotan cuál es su territorio
y también comunican mensajes en clave.
Otro lenguaje es el corporal
que determina una comunicación especial entre pandilleros, así mismo tienen un
código de vestimenta que los identifica como miembros de una mara en
específico.
Ética
(normas, valores y principios)
Dentro de una mara se viven
valores como la lealtad, solidaridad, compañerismo, honorabilidad,
respeto. Sin embargo esto corresponde a
un código de ética más no así a un código moral del cual carecen por no tener
principios a los cuales regirse.
Recordemos que si bien pueden tener valores éticos estos no significan
que sean buenos o correctos.
La mara también posee normas
que deben acatarse por sus miembros, el desacato de algunas de ellas pueden
incluso castigarse con la muerte, como sería por ejemplo una traición o
deslealtad.
Proceso de formación
de liderazgo interno
Dentro de la
mara los rangos de superioridad pueden adquirirse a través de:
·
Experiencia
o antigüedad
·
Por su
crueldad
·
Inteligencia
y habilidades
·
Por su
lealtad a la mara a la que pertenecen
·
Abastecer al
grupo de víveres, armas, drogas, etc.
·
Pagar un
crimen o robo por otro compañero
Comunicación
e iconografía
Los mareros
utilizan símbolos propios de la mara, en el caso del documental es el Barrio 18
y los mareros utilizan este número para poderse identificar, podemos observar
sus tatuajes en su cuerpo que marcan la mara a la que pertenecen.
Las
señas que realizan con las manos también transmiten un mensaje, y algo muy
notorio en el video que identifica a los mareros son los apodos o sobrenombre,
ninguno se llama por su nombre.
Sistema de inteligencia eficiente
Los
mareros tienen un sistema inteligente que se basa en respetar las normas y
seguir las instrucciones de los líderes. Su estructura les permite planificar, organizar
y ejecutar sus actos y planes. La convicción, la creencia y la lealtad que le
tienen a su pandilla no les permiten equivocarse.
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